jueves, 10 de septiembre de 2020

 

Diccionario de la RAE y geología

    Escribiendo sobre geología mediante la popular aplicación informática “Word”, he podido observar que muchas palabras elementales del léxico geológico aparecían con el típico subrayado en rojo, indicando error ortográfico o palabra no reconocida por la aplicación. Un poco sorprendido, dado que las palabras estaban escritas correctamente, acudí a la versión en línea del diccionario de la lengua española (DLE) elaborado por la Real Academia Española (RAE). Mi sorpresa se tornó en indignación al comprobar que, efectivamente, vocablos básicos propios de la geología no aparecían en esta magna obra de referencia para la lengua castellana.

     Antes de pasar a reflexionar sobre lo que esta carencia significa, voy a enumerar unos cuantos ejemplos de palabras comunes en geología que no aparecen en el referido diccionario o que aparecen con un significado erróneo. Todos ellas tienen más de diez mil resultados en la búsqueda mediante “Google” en Internet (el número de resultados figura entre paréntesis detrás del término –búsqueda realizada en español el 10-9-2020–; se han omitido los resultados de términos que tienen varias acepciones).

Terminos geológicos ausentes en el diccionario en línea de la RAE

Apatito (147 000 resultados)

Astenosfera (74 6000 resultados)

Biotita (154 000)

Cabalgamiento (falta su acepción geológica)

Caolinita (144 000 resultados)

Cataclasis (16 300 resultados)

Charnela (falta su acepción geológica)

Cordierita (76 900 resultados)

Corneana (24 000 resultados)

Dacita (410 000)

Diaclasa (39 500 resultados)

Diagénesis (88 700)

Diapiro (29 200 resultados)

Disconformidad (falta en su acepción geológica)

Discordancia (falta su acepción geológica)

Eclogita (12 700 resultados)

Epidota (99 400 resultados)

Estaurolita (28 400 resultados)

Evaporita (11 800 resultados)

Evapotranspiración (610 000 resultados)

Filita (129 000 resultados)

Filosilicato (86 800 resultados)

Fracturación (298 000 resultados)

Gabro (150 000 resultados)

Geófono (114 000 resultados)

Granodiorita (85 200 resultados)

Granulita (27 300 resultados)

Halita (239 000 resultados)

Lacolito (18 100 resultados)

Lapiaz (62 000 resultados)

Lenar (470 000 resultados)

Lutita (207 000 resultados)

Magmatismo (249 000 resultados)

Migmatita (15 700 resultados)

Milonita (18 800 resultados)

Monzonita (27 700 resultados)

Moscovita (no contiene su acepción como mineral)

Ofiolita (24 300 resultados)

Ooide (35 200 resultados)

Pelita (falta su acepción geológica)

Peridotita (48 700 resultados)

Petrólogo (35 900 resultados)

Piroclasto (150 000 resultados)

Piroxenita (24 200 resultados)

Pleocroísmo (64 300)

Plutón (no contiene su acepción geológica)

Polje (365 000)

Regresión (falta en su acepción geológica)

Riolita (151 000 resultados)

Sedimentología (180 000 resultados)

Serpentina (falta su acepción geológica)

Sillimanita (49 000 resultados)

Tonalita (55 100 resultados)

Transformante (191 000 resultados)

Transgresión (falta en su acepción geológica)

Turbidita (10 100 resultados)

Zeolita (615 000)

 

Algunos ejemplos de términos geológicos, que figuran en el diccionario de la RAE con errores o definiciones inadecuadas, son:  

Mineral: “sustancia inorgánica que se halla en la superficie o en las diversas capas de la corteza terrestre”. Definición insuficiente; según ella, el oxígeno, el agua o una arenisca serían minerales, y es obvio que no lo son.

Dolomita: esta palabra la considera sinónima de ‘dolomía’, y esta última la define como “roca semejante a la caliza y formada por el carbonato doble de cal y magnesia”. Teniendo en cuenta que la cal y la magnesia no son ni calcio ni magnesio, la definición es incorrecta y parece propia de tiempos muy pretéritos.

Cianita: “turmalina de color azul”.

Anhidrita: considera que es una roca.

Anfíbol: considera este término sin acento.

 

A pesar de que la Real Academia de Ciencias ha editado en línea un vocabulario geológico, puesto al día en el siglo XXI (https://vctrac.es/index.php?title=Categor%C3%ADa:Geolog%C3%ADa) , resulta evidente que la geología no cuenta para el diccionario de la RAE. En él, los términos geológicos que aparecen figuran, en general, más por su incidencia económica o arraigo popular, que por su entidad científica. Además, los términos anteriormente expuestos son la punta del iceberg de los miles de términos, de uso común entre geólogos, que no aparecen en el diccionario.

El anterior despropósito no es de extrañar si se tiene en cuenta que, entre los académicos de la Real Academia, hay actualmente decenas de filólogos y escritores, pero sólo hay dos personas relacionadas con las ciencias naturales o experimentales: un físico (tal vez haya entrado en la RAE porque es a la vez historiador de la ciencia) y un médico (igual está por ser también ensayista). A juzgar por sus resultados, tampoco parece que la RAE se haya preocupado por establecer relaciones eficaces y coordinarse con organismos de carácter científico. Es evidente que, en estas condiciones, es muy difícil que la geología está adecuadamente representada en el DLE.

¿Cuál es el concepto de cultura que ha llevado a la RAE a este desprecio de la ciencia? Veamos un ejemplo, que me parece significativo, de esta concepción. Luis Alberto de Cuenca es doctor en filología clásica y profesor de investigación del CSIF. Ha sido secretario de Estado de Cultura y director de la Biblioteca Nacional. En una entrevista publicada en La Vanguardia en 2014 (https://www.lavanguardia.com/lacontra/20140704/54410724434/una-persona-culta-es-la-que-sabe-geografia-e-historia.html), este señor afirma que “una persona culta es la que sabe de historia y geografía”. El atreverse a dar una definición de persona culta con esa rotundidad es, por lo menos, un ejercicio de atrevimiento. No puedo poner, por supuesto, en cuestión los conocimientos de este señor en estas materias; lo que sí está en cuestión es su concepción de “cultura”. Alguno de los comentarios realizados por los lectores, como complemento de la entrevista, señalan, muy atinadamente, la restrictiva y simplista idea de “cultura” de este señor. Destacaré uno de ellos, por su concisión y precisión: Circunscribir la cultura al conocimiento de la historia y la geografía, me parece un poco simplista y poco culto”.

    Sin entrar ahora en un debate sobre el concepto de “cultura”, lo que sí parece evidente es que el conocimiento científico es una parte muy importante de ella. Lo desgraciado es que, esta idea errónea de cultura que desdeña, al menos, los conceptos científicos, es la que, a juzgar por el contenido del diccionario de la RAE y la composición de los miembros de esta, domina en el conjunto de dicha academia. Resulta increíble que, en pleno siglo XXI, un castellanohablante no disponga de palabras adecuadas, reconocidas por el diccionario oficial, para nombrar la mayor parte de esas cosas que llamamos ‘minerales y rocas’, o para describir la historia de le Tierra, la formación de las montañas o, en general, cualquier proceso geológico.

     El lenguaje, oral y escrito, es esencial para la evolución de la cultura humana, y es lo que nos da una enorme ventaja respecto a los demás animales. En concordancia con esa idea, la RAE, según su propia historia, “se marcó como objetivo esencial desde su creación la elaboración de un diccionario de la lengua castellana, «el más copioso que pudiera hacerse»”. Desgraciadamente, no lo están logrando, a “la casa de las palabras”, como la llaman en su página web, le faltan demasiadas. Es probable que esa ausencia sea un reflejo de lo poco que se ha cuidado y se cuida la ciencia en España. 

     Creo que es importante que los organismos relacionados con la enseñanza e investigación en geología (Real Academia de Ciencias, Sociedad Geológica de España, centros universitarios, centros geológicos del CSIC, Instituto Geológico y Minero, Colegio de Geólogos, etc.) tomen conciencia de este desatino y hagan lo posible para que el panorama cambie. Sería bueno para la geología, la ciencia y la cultura de los países hispanohablantes.

     EL vocabulario de términos geológicos, publicado en línea por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, es exhaustivo y preciso, y está puesto al día. Usándolo como referencia, resultaría fácil actualizar el diccionario de la RAE en materia de geología. Solo hace falta tres cosas: voluntad de hacerlo, coordinación con los organismos que entienden de geología y, obviamente, trabajo. Y, desde luego, no vendría nada mal algún especialista en ciencias de la Tierra entre los académicos la RAE. 

    Debo decir, para terminar, que no es la primera vez que se realiza una crítica al diccionario de la lengua desde un punto de vista científico. Algunas páginas web que mencionan errores referidos a términos de biología y paleontología son:

- ¿Y luego no?: http://yluegono.blogspot.com/2013/11/el-diccionario-de-la-raeinforma-y-los.html

- el PaleoFreak:  http://paleofreak.blogalia.com/historias/52933

- Golem Blog: http://golemp.blogspot.com/2013/09/la-imperiosa-necesidad-de-mejorar-el.html